De los cinco sentidos que posee el ser humano, el olfato es quizás el que tiene más recuerdos y asociaciones con lugares, momentos y experiencias.
El olfato es un detonante de la memoria y la nostalgia. El cerebro humano es capaz de reconocer hasta un billón de olores diferentes.
Cuando un olor llega a nuestra nariz, el cerebro inmediatamente comienza a buscar en su banco de memoria un evento, una persona o una situación hasta encontrar un vínculo que lo vincule con esa fragancia en particular. Por eso recordamos a las personas por los perfumes que usan; un espacio que tiene un olor particular como el de una tienda de ropa u olores propios de una práctica, ritual o actividad como un templo religioso o un hospital.
Nuestro hogar o lugar de trabajo también tiene su propio olor, posiblemente no tan marcado como los ejemplos anteriores. Sin embargo, ese olor característico puede ser modificado, acompañado con otros aromas e incluso sustituido por completo, ahí es donde entra en escena la ciencia de los olores u olfato como se le conoce, que, llevada al ámbito comercial, se ha encargado de desarrollar esencias y fragancias artificiales para ambientar espacios, objetos y personas, como es el caso de lociones y perfumes.
¿CUÁL ES LA MEJOR FRAGANCIA PARA EL HOGAR?
Al igual que la selección de colores, texturas y materiales para una casa, apartamento, oficina o espacio comercial, su elección se debe a los gustos personales y a la forma en la que se disponen los muebles y elementos de decoración.
Es por eso que los distintos aromas y ambientadores provocan diferentes sensaciones, tanto en la mente como en el cuerpo. Es por eso que los efectos dependerán del espacio de la casa en el que lo ubiquemos y del tipo de actividad que se realice.
La elección de un aroma es cuestión de gustos, pero hay que saber elegir.
Lo primero es identificar las fuentes que producen olores y que podemos utilizar y combinar. Entre los más comunes se encuentran:
Cestas con flores, plantas aromáticas, hierbas, hojas y cortezas de árboles, así como la propia savia.
Velas, inciensos y aceites.
Dispersadores de fragancias artificiales, manuales o temporizados.
Flores frescas de temporada dispuestas en jarrones.
Frutas que desprenden olores como mango, mandarina o naranja.
Plantas y arbustos vivos como menta, limoncillo o anís.
Paños y varillas finas impregnadas de aceites o alcoholes odoríferos.
Luego de conocer todas las alternativas, el siguiente paso es el tipo de aroma y fragancia comenzando desde la entrada, pasando por las áreas sociales y luego las habitaciones.
Algunos decoradores y diseñadores de espacios conocedores de la ciencia de los olores recomiendan lo siguiente:
En el vestíbulo o recibidor utilice fragancias naturales con aromas de frutas, cítricos, flores, pepino y romero, canela y vainilla, para que los huéspedes se sientan bienvenidos.
Al llegar a la sala, que es el espacio para socializar y sentirse cómodo, la recomendación es utilizar esencias amaderadas como el cedro y combinarlas con aromas terrosos para realzar toda la decoración.
Para las habitaciones, las fragancias a utilizar deben ser suaves y relajantes para que favorezcan el descanso y sirvan como antesala de un buen sueño. Esencias florales y frutales con manzanilla, rosas o jazmín.
Importante, la elección de la esencia o fragancia debe ser acorde a la personalidad de la persona que utiliza la habitación y su edad, no es lo mismo para un bebé que para un adolescente o adulto.
En los baños y zonas de aseo, fragancias marinas o de hierbas frescas, pino o limón que sugieren siempre una sensación de limpieza.
Por último, en la cocina los mejores resultados se consiguen utilizando limón, albahaca o menta, además de encender el extractor al cocinar y tener carbón activado en la papelera para eliminar los malos olores.
VAMOS A HACERLO.
El primer paso es realizar una radiografía de cómo están dispuestos los espacios del hogar, así como los muebles. Determine cómo puede utilizar estos consejos rápidos y qué tipos de fuentes de olores deben incorporarse.
En @divinodisenousa estamos atentos a escuchar cualquier inquietud sobre el tema. Nuestro equipo de diseño está listo para brindar orientación o derivar una pregunta particular a un experto en la ciencia de los olores.
